¿Existe una manera divertida de enseñar a nuestros hijos e hijas? ¿Podemos favorecer el desarrollo en todas sus dimensiones a través de una sola actividad? La respuestas es sí, y es que el juego precisamente es la herramienta más poderosa para que los niños aprendan de un manera divertida y placentera.
Compartir tiempo de juegos con los más pequeños refuerza los vínculos emocionales, así como la la asimilación e integración de normas y reglas sociales, entre otros.
Si quieres saber más sobre el tema, te invitamos a echarle un ojo al siguiente artículo.
